Dos alternativas de producción para diversificar los cultivos de fina. ¿Qué crucífera sembrar esta campaña? No te pierdas esta nota.
Los beneficios de diversificar las rotaciones son innumerables, dentro de los cuales
podemos destacar: distribuir los riesgos climáticos y de precios, alternar principios activos para el control de malezas y así evitar la aparición de resistencias, reducir enfermedades, manejar las cargas de trabajo, crear un ambiente propicio para los cultivos subsiguientes, acceder a mercados alternativos, entre otros.
Se acerca la siembra de los cultivos de fina, y para aquellos que aún están indecisos, Agenda Aapresid les acerca algunas alternativas: las crucíferas. En esta oportunidad, se abordó sobre experiencias reales de producción de colza en el sudeste bonaerense y la mirada de la producción de crucíferas en Argentina y países limítrofes desde el punto de vista de una empresa de semillas.
¿Por qué sembrar colza?
Orlando Vellaz trabaja en la empresa de semillas Nuseed en el desarrollo de productos para Argentina y países limítrofes. “La colza es una alternativa de producción y también de diversificación de los momentos críticos que definen el rendimiento”, destacó.
José Luzuriaga es Socio Aapresid de la Regional Mar del Plata-Fangio, y trabaja en la empresa Hórreos del Sudeste Bonaerense, que produce en la zona de Balcarce. Arrancaron con colza hace varios años para “diversificar los cultivos, la etapa productiva y, principalmente, diversificar el momento de cosecha de trigo y anticipar la siembra del cultivo de segunda”, apuntó.
Manejo del cultivo en el sudeste bonaerense
Luzuriaga comentó que planean mantener la superficie de colza en relación a trigo y cebada. “Con los nuevos híbridos, los rendimientos se mantienen estables y altos: en lotes donde se puede implantar un trigo de alto potencial, los rendimientos de los ciclos largos están entre 2800 y 3500 kg/ha”, especificó.
Tienen programado sembrar los primeros días de marzo. “El cultivo funciona como herbicida. Sin embargo, si se siembra más tarde, tiene menor crecimiento y compite menos contra las malezas, por lo que intentamos implantarlo sobre lotes que no fueron a soja de segunda”, destacó y especificó que la idea, en cultivos más largos, es lograr entre 25 y 35 pl/m2.
En cuanto a nutrición, indicó que es un cultivo muy demandante y que responde muy bien en suelos de buen drenaje y buena materia orgánica.
Con respecto al control de malezas, los cultivos con tolerancia a imidazolinonas dan una ventaja comparativa. “Lo negativo es que hay crucíferas resistentes a las imidazolinonas, así que el lote que tiene una alta presión de crucíferas no rota a colza”, explicó.
Por otro lado, comentó que las enfermedades más importantes de colza son Phoma, Sclerotinia y Alternaria, en ese orden. Destacó que en los últimos años han aparecido híbridos que son relativamente tolerantes a Phoma. “El control químico es errático, por lo que lo mejor es evitar lotes que han tenido colza en los últimos cuatro años o en lotes cercanos a menos de 500 m, por cómo viajan los picnidios”, especificó. Advirtió que Alternaria es importante ya que reduce el área fotosintética y además provoca la dehiscencia de las silicuas. “El control químico es fácil de hacer, y hay que monitorear nomás”, recomendó.
Luzuriaga recordó que al principio la cosecha era un drama porque las silicuas se abren cuando llegan a madurez, pero “por suerte han aparecido materiales con muy baja dehiscencia que nos han permitido cosechar con valores de humedad por debajo de 9 o 10 %”, señaló.
Novedades genéticas en colza
Vellaz comentó que el uso de híbridos va creciendo año a año. Agregó que el mejoramiento se fue volcando a éstos, por lo que ahora tienen mayor rinde potencial que las variedades, pero principalmente porque tienen muchos años de investigación arriba. Nuseed comercializa híbridos primaverales (todos tolerantes a Phoma): “Diamond”, un híbrido híper precoz de ciclo bien corto; “Nuola 300”, típica primaveral de ciclo intermedio; y próximamente van a salir híbridos con tolerancia a las imidazolinonas y un híbrido alto oleico.
“El cultivo de canola primaveral aspira a un menor potencial de rinde, a una menor inversión de paquete tecnológico, pero que permite una cosecha más temprana y anticipar la fecha de siembra de la soja de segunda. El manejo del sistema completo es lo que marca la diferencia”, remarcó. De todos modos, agregó que es posible tener altos rendimientos con primaverales, por ejemplo en Uruguay hay rendimientos puntuales de 3.500-4.000 kg/ha aunque el promedio es menor. “En Argentina el rinde promedio se ha elevado y está en 1.800-2.000 kg/ha porque ha quedado poca superficie y la gente que lo hace ya le tomó la mano”, observó.
La situación del cultivo en nuestro país vecino charrúa
“En Uruguay sembraron el año pasado 150.000 ha y este año van por las 200.000 ha. Es el país que más siembra colza en Sudamérica, mientras que en Argentina seguimos estancados a nivel de superficie”, lamentó Vellaz. Sobre este punto, Luzuriaga reflexionó que en Uruguay existe una elevada demanda de la industria, lo cual no es tan marcado en nuestro país.
¿Carinata o colza?
Si bien son cultivos que a priori parecen similares, Vellaz marcó varios puntos que pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro. “Una primera diferenciación es espacial: hay lugares donde no recomendamos carinata por la sensibilidad a las heladas en implantación, por ejemplo en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires o sur de La Pampa, donde la colza puede entrar perfectamente”, afirmó.
Otra aspecto que destacó es la fecha de siembra. Las carinatas actuales tienen ciclo más largo que las colzas primaverales, que son las que se siembran principalmente en Uruguay, Entre ríos y centro-sur de Santa Fe. “Ahí no se puede sembrar la colza muy temprano porque hay riesgo de heladas en floración, que en carinata caería más tarde”, puntualizó. En cambio, para el final del período de siembra, en julio, no se recomienda sembrar carinata porque disminuye el potencial de rinde y, fundamentalmente, retrasa mucho la cosecha, condicionando la siembra del cultivo posterior, agregó.
Con respecto a enfermedades, comentó que la carinata es más tolerante a Phoma. Y por último, en función de la cosecha, recomendó sobre todo a productores que no tienen aceitada la logística, optar por carinata, ya que tiene la ventaja de no ser dehiscente.
AAPRESID