El presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, cuestionó con dureza la resolución del Ministerio de Agricultura publicada esta mañana, en la que se autoriza la siembra de trigo HB4, el mismo día que dio inicio A Todo Trigo, el congreso más importante de Latinoamérica sobre cultivos de granos finos.
“Estamos muy sorprendidos y preocupados por la decisión del Gobierno de aprobar la siembra con HB4; creemos que es un salto al vacío porque no tenemos ninguna confirmación de que este tipo de material genético sea aceptado por la demanda”, sentenció Rivara en un conferencia de prensa realizada una sala contigua al principal auditorio donde se desarrolla A Todo Trigo- Y agregó: “prueba de esto es que, pesar de estar aprobada por las autoridades brasileñas, no tenemos constancia de que se haya vendido harina H24 a Brasil”.
En este sentido, reafirmó su aflicción por la segregación de granos y apuntó cañones contra Bioceres, empresa que impulsa el desarrollo de esta tecnología transgénica. “Entendemos que no hay garantías y es llamativo que una empresa como Bioceres, que cotiza en Nasdaq, no tenga el respaldo de una certificadora de renombre que dé garantías de que su material no va a contaminar el resto del trigo argentino”, apuntó.
“Si la harina de trigo HB4 no se comercializa en el exterior, ¿dónde creen que va a ir? Al mercado interno”, razonó. Y expresó temor en relación a que este tipo de resoluciones dañen la reputación del trigo argentino e impacten negativamente en su precio.
Bioceres dice que, por ahora, no se va a comercializar el trigo HB4. “Pero si hay un escape, ¿quién se hace cargo? La empresa dice que los riesgos están minimizados. Pero entendemos que no hay suficientes garantías”, fustigó.
Además, remarcó que no se trata de un tema de encono contra la empresa. Por el contrario, aclaró que está comprobado que la tecnología HB4 no implica riesgo para la salud ni humana ni animal, “el problema es meramente comercial porque los mercados no aceptan el trigo transgénico”, puntualizó. “Cuando aparezca trigo mezclado con los genes HB4. ¿Quién se va a hacer cargo (del daño)?”, preguntó Rivara.
“Que quede claro: el avance del HB4 es una decisión política”, remató.
A su vez consideró que “el Gobierno tiene que entender que este tipo de decisiones generan más incertidumbre en los productores porque un temor de contaminación del trigo obstaculiza el ingreso de nuestros productos a los mercados más exigentes y nos arriesgamos a que el trigo pierda valor en un momento clave”.