Actualmente hay aproximadamente 40 millones de hectáreas afectadas por este tipo de malezas. Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires son las zonas con mayor incidencia.
Los expertos recomiendan que el productor conozca la historia de sus lotes y los monitoreé continuamente.
Buenos Aires, diciembre 2017-. Las gramíneas compiten por luz, agua y nutrientes con los cultivos de maíz y soja. El éxito competitivo de las gramíneas es el resultado de su alta eficiencia en la utilización de recursos, lo cual favorece la ocupación de espacio y determina una mayor tasa de crecimiento que las especies cultivadas.
El aumento de este tipo de maleza en soja y maíz se debe al traslado de polen por viento para aumentar o asegurar la fecundación, a su rápida adaptabilidad al ambiente y a la gran producción de semillas.
Hoy en día en Argentina hay aproximadamente 40 millones de hectáreas afectadas y las pérdidas que produce la presencia de estas malezas pueden alcanzar los 100 dólares por hectárea, dependiendo de la zona y el tipo de resistencia. Las zonas de mayor incidencia se centran en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, seguidas por Tucumán, Salta y Entre Ríos. En este momento, los ejemplares más comunes son el Sorgo de Alepo, Clorídeas, Echinocloa, Eleusine Indica, Chloris, Digitaria, Pappophorum y Leptochloa.
“Para una prevención correcta es necesario que el productor conozca la historia de sus lotes y los monitoreé continuamente. Sumado a esto, es fundamental saber el manejo del flujo de la maleza por si se ve en la obligación de aplicar herbicidas de presiembra”, advierte Juan Carlos Ponsa, Especialista Investigador de Malezas de la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino del INTA. Y agrega: “Con las malezas resistentes creemos que siempre es mejor prevenir para así contar con un cultivo que nazca limpio”.
En este contexto de prevención, el herbicida para soja Interfield®, ha demostrado ser una solución concreta a esta problemática con resultados comprobados. “Interfield se caracteriza por su amplio espectro de control y un contundente efecto prolongado de alrededor de 45 días sobre las diversas malezas”, explica Juan Pablo Migasso, Gerente del Cultivo de soja de BASF.
Por otra parte, BASF cuenta con herramientas en maíz para aplicaciones en postemergencia de las malezas como Convey® y OnDuty® Plus Pack. “En los últimos años, la superficie de herbicidas selectivos en el cultivo de maíz se desarrolló por encima del crecimiento de la superficie debido a la problemática actual de malezas”, afirma Aimar Pena, Gerente del Cultivo de Maíz de BASF. Y continúa: “Los últimos 4 años, el herbicida Convey® viene creciendo de forma exponencial. Este año prevemos alcanzar el 70% del mercado. Otra herramienta de gran penetración es OnDuty® Plus Pack, un herbicida de pre siembra para maíz Clearfield®, con triple acción: contacto, sistémico y residual que garantiza un período de control prolongado y alta efectividad”.
El monitoreo de los lotes y el control al momento de la aplicación del herbicida es de sustancial importancia. Por esto, BASF cuenta con un equipo de campo especializado compuesto por técnicos que asisten al productor y supervisan las aplicaciones.