El Instituto Nacional de Tecnología industrial (INTI) trabaja en el “Programa de Certificación para Promover Estándares de Calidad y Sostenibilidad” para productores de fabricantes de biocombustibles sólidos, como los pellets, las briquetas, los chips energéticos y una diversidad de productos energéticos derivados.
Con el objetivo de promover la innovación y calidad de los productos biomásicos e impulsar el sector de la bioenergía en Argentina, el INTI, en colaboración con instituciones de Ciencia y Tecnología, de Normalización como IRAM y el sector privado, desarrolló un “Programa de Certificación de Biocombustibles bajo los estándares ISO 17225” destinado a productores y fabricantes de equipos que utilizan diferentes tipos de biocombustibles o biomasas como fuente renovable para la generación de calor o energía eléctrica en diferentes escalas.
La visión del programa no sólo contempla las biomasas convencionales, sino que se adaptada a la gran diversidad de cultivos y biomasas industriales que se generan a lo largo y ancho de nuestro país promoviendo la certificación de origen del recurso y estableciendo exigencias ambientales para la gestión, transporte y comercialización de los biocombustibles sólidos. Su enfoque es voluntario y colaborativo y refleja el compromiso de nuestro país con la innovación, la sostenibilidad y el fortalecimiento de su presencia en mercados internacionales.
El INTI trabajó articuladamente con el IRAM para la homologación y publicación de las primeras normas de calidad para Biocombustibles Sólidos (BCS) – IRAM 17225 y las 17600-, normas que establecen los requisitos esenciales para los biocombustibles sólidos, proporcionando una guía sólida para la industria.
Este programa es resultado de la experiencia de más de una década de trabajo en proyectos estratégicos y en asistencia al sector privado del Departamento de Energías Renovables de la Región NOA y de la Red de Biomasa del INTI.
“La biomasa es un recurso con una alta impronta en el desarrollo industrial y las economías regionales. Este trabajo permite no solo a las pymes agro y foresto industriales tener acceso a nuevos mercados sino impulsar el desarrollo de la bioeconomía circular, aprovechando la biomasa o la fracción apta para usos energéticos. Hoy, muchas calderas y equipos industriales pueden reconvertirse a biocombustibles sólidos sin mayores costos”, señala Martin Rearte, coordinador de la Red de Biomasa del INTI.
El Programa tiene previsto un esquema de certificación, desarrollado en concordancia con estándares internacionales, que garantiza que los biocombustibles sólidos (pellets, briquetas, chips energéticos, etc.) cumplen con criterios específicos de calidad para los usos en la industria y en el ámbito domiciliario. Para ello, y junto con el Organismo de Certificación del INTI, se contempla un sello de calidad específico.
La iniciativa es llevada adelante por el Laboratorio de Biocombustibles del INTI en la provincia de Tucumán, a cargo de realizar la evaluación y certificación de biocombustibles sólidos así como también los equipos de calefacción doméstica de baja potencia, que en nuestro país no se encuentran bajo ningún esquema de control.
Por su parte, la Red de Biomasa del INTI coordinada en conjunto con la Subgerencia de Energía y Movilidad del INTI, es una herramienta de articulación técnica y territorial que hoy cuenta con más de 35 profesionales y técnicos que asisten distintos sectores del agro y la forestoindustria, y que le permiten al Instituto conocer, adaptar y desarrollar tecnologías y metodologías para lograr la industrialización de biomasa y la producción de biocombustibles sólidos de última generación y su empleo asociado, tal como lo reflejan los estudios de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
Esta suma de acciones pone a disposición de las pymes nacionales herramientas distintivas para destacar en el mercado, mejorando su competitividad y ampliando oportunidades de exportación cuya exigencia se refleja y se adapta de los desarrollos de los mercados internacionales.