En coordinación con las entidades de mayor jerarquía del país en la temática vegetal sanitaria, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) impulsa y forma parte de cuatro líneas de trabajo para ahondar en el conocimiento de la enfermedad que afecta a los yerbales.
Trabajo de campo
El viernes pasado, en la sede del INYM, en Posadas, se consensuó poner en funcionamiento una Comisión Técnica de Sanidad de Yerba Mate integrada por representantes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la Universidad Nacional de Misiones (UNAM, a través del Instituto de Biotecnología Molecular de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales, y de la Facultad de Ciencias Forestales), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), del Ministerio de Ecología del Gobierno de Misiones, de la institución anfitriona, y dejando abierta la posibilidad de ingreso de otro organismo vinculado al tema.
“Durante el encuentro se diseñaron líneas de acción para hacer relevamientos y crear una red de monitoreo del Mal de la Tela y de otras enfermedades que pudieran afectar a las plantas”, explicó el presidente del INYM, el ingeniero Alberto Re. También, agregó, “se evaluó la posibilidad de hacer ensayos en plantaciones con productos con base de cobre inscriptos en el SENASA y con experiencia previa en yerba mate, para observar el comportamiento e ir definiendo medidas para su mejoramiento”.
Las tareas de la Comisión Técnica serán coordinadas por el INTA Misiones. “Es la primera vez que se aborda la temática sanitaria con este nivel de especificidad”, destacó el titular del INTA, Octavio Ingaramo. “Más allá de la situación actual que preocupa, quiero destacar la acción proactiva del INYM convocando a los actores para que acerquen conocimientos sobre el Mal de la Tela, y abordar otros problemas que podría tener el cultivo”, agregó.
El viernes 21 de junio, en Eldorado, y el miércoles 26 de junio, en Jardín América, los técnicos recibirán capacitación para iniciar el trabajo de detección temprana del Mal de la Tela. En paralelo se organizan jornadas de difusión del tema en lugares a determinar de en el Norte, Centro y Sur de la zona productora.
Ciencia
En paralelo, el INYM financia la investigación denominada “Detección temprana de los agentes fúngicos causales del Mal de la Tela en cultivos de yerba mate de la región norte de la provincia de Misiones”, que lleva adelante el doctor Gustavo Ángel Bich, de la UNAM.
Los objetivos de este trabajo son estudiar y detectar de forma integral y precisa la sintomatología y el/los agente/s fúngico/s causal/es de la enfermedad, y de esta manera determinar potenciales agentes de control y/o de tratamiento.
En laboratorio
El área técnica del INYM recorrió yerbales donde se registran el Mal de la Tela en Andresito. En los lugares, se tomaron muestras de hojas y tallos afectados que fueron enviadas a cinco laboratorios diferentes (UNAM, INTA; Universidad de Córdoba y Universidad del Nordeste) a fin de identificar con más precisión el agente causal de la enfermedad.
La decisión de diversificar los lugares de estudio, enviando muestras a cinco laboratorios diferentes, responde a la necesidad de lograr mayor exactitud y precisión en el resultado final.
Concientización
Finalmente, desde que se conoció la presencia del Mal de la Tela, tanto el INYM como el INTA vienen trabajando en una campaña donde se informa sobre los síntomas de la enfermedad y se advierte que hasta tanto se conozca con precisión el patógeno, la única medida posible para combatirla es la destrucción total de las hojas y tallos afectados y la limpieza integral de las herramientas utilizadas.
De ahí la importancia de reiterar que se recomienda prestar atención ante los siguientes síntomas: caída de hojas, pudrición de raíces y coloración blanca en tallos y hojas, y en caso de observarse estas características, realizar las siguientes acciones: cortar las ramas afectadas unos 10-15 centímetros por debajo del síntoma; retirar fuera del yerbal y eliminar el material afectado (incluso las bolsas utilizadas); evitar mover el suelo afectado, y desinfectar las tijeras y serruchos con alcohol o lavandina para no dispersar el hongo de una planta a la otra.
Se trata de un hongo de muy difícil control, y en ese contexto las recomendaciones de observación y destrucción de ramas, hojas y plantas afectadas son la mejor alternativa hasta el momento para disminuir su incidencia.