La firma KWS lideró un panel donde ingenieros agrónomos de distintas áreas de la empresa contaron su experiencia y pusieron en valor la diversidad de roles que puede asumir una profesión que exige cualidades que van mucho más allá de lo técnico. Julio Cerono habló de su experiencia como Criador: “el rol del fitomejorador va desde la evaluación de métodos y técnicas para llevar a cabo adelante ensayos hasta la interacción con profesionales de otras áreas, como investigadores con quienes lideramos estudios en fisiología, genética y patología”. En su rol de Supervisor de producción a campo, Máximo González Bonorino descrito que “si bien en la facultad aprendemos los conocimientos en Agronomía, cuando salis a la cancha te llevas muchas sorpresas. El supervisor de producción está desde la obtención de una semilla hasta la generación de la bolsa comercial. Hay una parte bien agronómica de llevar adelante cultivos que tienen sus particularidades, ya que se trata de una producción de alta tecnología y productividad, donde hay que buscar la máxima efectividad en el uso de recursos. Pero también hay que aprender a negociar campos, entender contratos y dialogar con proveedores ”. Marcelo Chiaraviglio es representante técnico comercial de KWS y descrito que, en su posición, es tan importante el conocimiento técnico como la capacidad de dinamizar redes: “nuestro foco es el productor, y por eso habilidades como la confianza y las relaciones humanas son clave en nuestra tarea ”. Fernando Guerra del área de posicionamiento, descrito que su foco está en vincular los programas de genética de la firma con las necesidades del productor. En línea con esto, Sabrina Nocera de Marketing, detallado que los agrónomos tienen la formación para dar respuestas al productor desde la genética y la Agronomía, pero para que esta respuesta sea eficaz hay que aprender a escuchar al productor y entender sus necesidades.