Es de público conocimiento y han tomado trascendencia, las graves consecuencias que traen aparejados los incendios, la sequía e inclemencias climáticas, fenómenos que están arrasando con actividades productivas del interior profundo de nuestra Argentina. Para indagar en detalle, Coninagro relevó un estudio con números provistos por técnicos y productores que cuantifica los serios daños que están padeciendo en esas zonas y cómo afecta esta crisis a las economías productivas. En este informe, datos y testimonios que configuran una realidad muy compleja.
En un primer pantallazo, los números que arroja el estudio indican pérdidas de 5 mil millones de pesos para el sector arrocero, en tanto que por la seca de yerbatales, dimensionando solamente las plantas ese sector ya perdió 472 millones de pesos (se calcula que fueron afectadas plantas de 0 a 10 años de edad en unas 1200 hectáreas a 400 mil pesos la hectárea). Por su parte, la ganadería estima pérdidas por disminución de producción que alcanzan los 3500 millones de pesos, y la mortandad de animales se estima en 70.000 cabezas, lo que supone 5200 millones de pesos perdidos. Además, vale considerar que cada punto de preñez menos son 20.000 terneros menos en la provincia, lo que implica 9600 millones de pesos en total.
“Por la sequía estamos padeciendo una situación inédita para la provincia y para nuestra zona, donde no llueve desde el 15 de noviembre y tenemos en promedio temperaturas que rondan los 40-44 grados con apenas 15/17 % de humedad. Excepto algún registro o dato que nos comentan nuestros abuelos sobre una crisis del año 44/45, no tenemos precedentes de tal magnitud. Por los incendios y la falta de agua, Corrientes es un desastre y estamos desesperados. Se está devastando la provincia de Corrientes“, dijo Orlando Stvass, que es tesorero de Coninagro y representa a Playadito, marca que elabora Yerba Mate en Corrientes producida a través de la cooperativa Liebig, federación asociada a Coninagro, en una nota televisiva.
Sobre las zonas afectadas, Stvass indicó que “la yerba está en una situación compleja. En Corrientes ya hemos perdido un 60% de la producción para el 2023. Se viene una situación dificil. En 2022 tenemos el stock asegurado, porque debe estar de 9 a 12 meses estacionada”.