En un workshop organizado por Casafe, el experto Martín Díaz Zorita expuso las ventajas que ya se están comprobando a campo en el uso de productos biológicos y cómo estos interactúan de manera positiva con los químicos.
La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) no solo concentra la mayor parte del mercado de agroquímicos de Argentina, sino que también representa el 80% del mercado de bioinsumos.Es decir, 3 de cada 4 empresas en Casafe tienen soluciones biológicas en su protfolio.
Por eso, decidió realizar en Pergamino un workshop dedicado específicamente a este tema, con el objetivo de discutir la necesidad de desarrollar y utilizar tecnologías biológicas para la agricultura, centrándose en la nutrición de los cultivos y su interacción con el ambiente.
“Buscamos mejorar la adaptación al estrés y la eficiencia de nutrientes, reduciendo así el uso de productos sintéticos”, explicó en su disertación el especialista en ecofisiología y docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa, Martín Díaz Zorita.
El especialista habló sobre el crecimiento en el interés y la adopción de bioinsumos en la agricultura local y lo atribuyó a que “los productos biológicos se inspiran en procesos que ocurren en condiciones naturales y se busca amplificarlos en los ambientes transformados bajo prácticas productivas”.
En este marco, consideró imprescindible el desarrollo de soluciones biológicas para un campo que está en continua evolución, y lo hizo centrándose en su área: la nutrición de cultivos.
“Debemos analizar el rol de las plantas, de los cultivos y su interacción con el ambiente como el centro en la toma de decisiones a la hora de evaluar la nutrición biológica”, destacó Díaz Zorita.
Aportes que ayudan a entender
Por ejemplo, mencionó el impacto positivo que la inoculación puede tener en la Fijación Biológica de Nitrógeno (FBN) en leguminosas.
En tanto, otros mecanismos conducen a potenciar o promover procesos fisiológicos activos y así aumentar la eficiencia de recursos productivos, que no siempre explican suficiencia ni reemplazo de aportes externos.
“Tenemos en nuestras manos tecnologías validadas y adoptadas como, por ejemplo, inoculantes en soja, que ya están dando sus resultados y sus beneficios. Pero también otras que están en desarrollo y que requieren intensificar en conocer en qué ambientes se expresan mejor”, continuó el especialista.
En ese marco, dijo que con los productos biológicos ligados a la nutrición de los cultivos, se busca principalmente “una mejora en la adaptación ante condiciones de estrés y una mejora en la eficiencia de uso de los nutrientes y de la incorporación de estos en el crecimiento de las plantas”.
Cabe recordar que las plantas transcurren su desarrollo ajustándose continuamente frente al estrés (estado fuera del óptimo de crecimiento) y allí los productos biológicos aportan recursos adicionales que potencian procesos de crecimiento.
“Esta relación ambiente-respuesta requiere de su valoración en condiciones de uso (ambientes) para cuantificar aportes y reproducibilidad”, advirtió.
Futuro de calidad
Así, dependiendo de la región, la utilización de estos bioinsumos se traduce en una reducción en el uso de productos sintéticos o, como en el caso de Argentina, un mejor uso de los fertilizantes , incrementando la complementariedad.
“Al aumentar la eficiencia, tenemos menos condiciones de estrés y, por lo tanto, no solo mejoramos producción, sino que también estamos concentrando esos nutrientes en las plantas, en el cultivo y haciendo más eficiente el cuidado del ambiente”, reconoció.
Las plantas se ajustan a esas condiciones de ambiente y los productos biológicos son una señal más que van a alimentar una mejora de rendimiento.
“La contribución de la inoculación en leguminosas está validada con resultados y adopción. Requiere su cuidado, no es reemplazable por otra práctica equivalente en aportes y eficiencias, y es importante comunicar su contribución y buenas prácticas para su implementación”, continuó Díaz Zorita.
Además, planteó un desafío clave para los próximos años. “El futuro muestra un crecimiento que puede ser sostenido en los biológicos, en la medida que se lo incorpore como una decisión de sistema en forma ambientada”, destacó.
Por ello, argumentó que no todas las regiones van a tener el mismo nivel de adopción, aunque predijo que es una práctica que mostrará un crecimiento continuo en los próximos años.