Profertil es la empresa agroindustrial que produce el principal fertilizante nitrogenado para los cultivos más importantes del campo argentino. La urea granulada es clave en el desarrollo de trigo, maíz, cebada y una gran cantidad de productos como el limón o la yerba mate, entre otros. En sus más de 22 años de operación ha consolidado un camino en el que el cuidado del medioambiente fue siempre una línea rectora, desde la producción hasta la aplicación en campo.
“Todas nuestras instalaciones, tanto en Ingeniero White como en Puerto General San Martín, San Nicolás y Necochea, deben tener vigente el Certificado de Aptitud Ambiental para funcionar —dice Raúl Meder, gerente de Medioambiente, Salud y Seguridad de Profertil— y esa certificación se realiza a través de auditorías ambientales e inspecciones in situ de autoridades ambientales”. Ese punto de partida brinda un marco a la operación que garantiza un trabajo cuidadoso del entorno.
Además, la propia empresa toma la iniciativa en acciones que se ocupan día a día del cuidado del medioambiente, como por ejemplo con el control de los efluentes líquidos y gaseosos, a cuya medición se incorpora tecnología de última generación permanentemente, de manera tal de contar con datos fehacientes y tomar las mejores decisiones.
En esta línea, Profertil también hace una gestión integral de los residuos que se generan en sus instalaciones, desde que comenzó a producir en 2001. La línea de trabajo en este caso “empieza por la capacitación del personal para reducir los residuos lo más posible”, explica Meder. Luego se trabaja en la separación en origen para disponer adecuadamente plásticos, madera, papel y los residuos que exigen un tratamiento especial por su origen industrial. Todo este trabajo se realiza en alianza con empresas especializadas en el transporte, tratamiento y/o disposición final. Un residuo que merece atención especial es el caso de los catalizadores agotados (sustancias que aceleran procesos dentro de los equipos), ya que con estos se realizan exportaciones a países que cuentan con centros de tratamiento especializado.
“Asimismo, en todas estas actividades está la idea de Economía Circular que nos permite pensar en el ciclo de vida del producto para que, por ejemplo, los plásticos sean reutilizados como insumos transformándolos en nuevos productos en la EcoPlanta de Bahía Blanca”, dice Meder.
“En el marco de la economía circular, surge una iniciativa que busca dar una segunda vida a los plásticos. EcoPlanta de Bahía Blanca se presenta como una alternativa para transformar estos materiales en nuevos productos, contribuyendo así a la sostenibilidad del planeta. Al considerar el ciclo de vida del producto, se abre un camino hacia la reutilización de materiales y la reducción del impacto ambiental. La Economía Circular se convierte en una herramienta fundamental para alcanzar estos objetivos
Destaca, el gerente de Medioambiente, Salud y Seguridad, algunos momentos importantes de estos últimos años, en términos de gestión ambiental: por un lado, la planta de Ingeniero White utiliza aproximadamente un 70% de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables (eólica) para su funcionamiento. En segundo lugar, se optimizaron los procesos para que el agua cruda que usa Profertil (“agua cruda” es agua sin tratar; Profertil no utiliza agua potable en su proceso productivo) se reutilice más veces y se minimice la toma de agua del Dique Paso de la Piedras, fuente hídrica de toda la ciudad Bahia Blanca.
Como tercer punto, Meder menciona el cálculo de la Huella de Carbono y de la Huella de Agua del principal producto de Profertil, la urea granulada. Esta medición, en línea con las tendencias globales, permite identificar los puntos de emisión y trabajar en su mitigación. “Este año haremos la verificación del cálculo con una entidad internacional homologada para este trabajo”, dice Meder.
Finalmente, Profertil recientemente recibió la recertificación del programa “Protect & Sustain” de la Asociación Internacional de Fertilizantes (IFA), con una calificación de excelencia. Este certificado es el más importante que una planta como Profertil puede recibir a nivel internacional, en términos de cuidado del medioambiente, seguridad de las personas, los procesos y preparación en la respuesta a emergencias.
Mirando al futuro, Meder afirma que el principal desafío que tiene Profertil es mantener los índices de excelencia y mejorarlos. En ese sentido, “trabajamos en la capacitación de nuestro personal, en la incorporación permanente de tecnología y también en el asesoramiento para la aplicación de nuestros productos en el campo”, concluye. Además, la empresa realiza acciones ligadas con el cuidado del medioambiente con las comunidades vecinas a su planta y terminales, especialmente en lo que refiere al cuidado del suelo en zonas urbanas a través de sus programas vinculados con la huerta.
El trabajo por el cuidado del medioambiente es arduo y permanente, y debe ser integral. Hace un año Profertil publicaba en sus redes que “cada acción individual es poderosa, pero sabemos que las grandes empresas debemos hacer mucho más”. Con más de 22 años de historia, Profertil sigue demostrando su “hacer mucho más” por el cuidado ambiental, con un equipo comprometido con el cuidado de todos los recursos, para nutrir la tierra de forma sostenible y, así, generar más y mejores alimentos para el mundo.