La implementación de la medida del Ministerio de Economía llega con la posibilidad de que haya resultados provechosos para el entramado del productor argentino.
La sequía que afecta a la producción agraria, especialmente la de trigo, y demorando la siembra de maíz y soja, presiona al frente cambiario en contexto de fragilidad en torno a las reservas. La gran novedad de este diciembre es la implementación de la segunda edición del dólar soja; la intención es sumar dólares a las reservas para bajar la tasa de inflación a la mitad, en relación a los niveles actuales.
Luego del funcionamiento que tuvo este tipo de cambio en septiembre, se preveía un descenso abrupto de las ventas en el sector, pero las condiciones climáticas agudizaron esa situación preocupante para sumar reservas por parte del Banco Central.
José Luis Dassie, Director de Metalfor SA, aseguró: “Es un momento ideal para la conversión de estos granos en una máquina, es el momento para incorporar tecnología. Ese hecho pondrá a cada actor en una posición de mayor rentabilidad para ser más eficientes y productivos”.
En sintonía, Javier Grasso, Gerente Comercial de Metalfor, analizó que el beneficio del dólar soja para el productor radica en la posibilidad de comprar insumos a nivel general, potenciando el poder adquisitivo. Así, el productor se ahorra un 30% aproximadamente en una determinada operación de compra, por ejemplo, de maquinaria agrícola. “A eso hay que sumarles las opciones de financiamiento que ofrecemos desde la empresa, con lo que es provechoso para el comprador”, señaló Grasso.
El dólar soja es el tipo de cambio de $230 al que pueden acceder productores de esa oleaginosa al momento de liquidar divisas en el marco del Programa de Incremento Exportador que implementó el Gobierno Nacional.
Los productores que se encuentren con stock de soja al 31 de diciembre, deberían pagar por el valor actual de la soja. Por otro lado, hace 15 días, la oleaginosa estaba 60 mil pesos y hoy vale 85 mil la que aún está guardada en las silobolsas. Si el productor no se desprende de ese grano, pagará más ganancias que hace algunas semanas.
Grasso sostuvo que Metalfor tiene altas expectativas para esta segunda edición del dólar soja y aspiran a que la búsqueda se enfoque en fertilizadoras, pulverizadoras y cosechadoras; al mismo tiempo, admitió que en septiembre, esta medida no generó un gran impacto “por el momento del año y la situación del productor en general”.
Por su parte, Jose Luis Dassie añadió: “El productor debe tomar su grano de soja y transformarlo en maquinaria, de esa manera no sólo captura la diferencia de precio que ofrece la cotización del dólar soja antes mencionado, sino también provocará una baja en la base imponible sujeta al Impuesto a las Ganancias, por lo que también podría tributar menos impuestos, cuestiones que, en los tiempos que corren, pueden ser importantes”.
Por otro lado, el Director de la firma cordobesa, afirmó que estas medidas ayudan en la coyuntura, aunque no modifican al mediano y largo plazo. “Es vital volver a tener un mercado de tasas aceptables para que los productores y contratistas puedan financiarse; cuando existe financiación, existieron ventas. Además, es absolutamente necesaria la promulgación de una ley de maquinaria nacional que proteja a las fábricas que son, en definitiva, aquellas que ofrecen las fuentes laborales en el interior del país y abastecen de tecnología e innovación al campo argentino”, concluyó.