Un carnicero argentino exiliado en 1976, invitó a autoridades del IPCVA a visitar su establecimiento. Hasta ahora vendía cortes «a la argentina» pero de carne estadounidense. Ahora ya tiene en sus mostradores los cortes argentinos que sus clientes demandan en la carnicería y también en su restaurante, donde nuestros bifes son las estrellas de su menú.