El Oídio de la vid es una de las enfermedades que más complica a los productores en Cuyo y otras zonas del país. Afecta a variedades de alto valor de mercado como Chardonnay, Verdelho, Pinot noir, Cabernet, entre otras. Miravis Top demostró una alta eficacia de control de la enfermedad.
Mendoza, mayo de 2020. Los viñedos son cultivos que demandan un cuidado minucioso en lo que respecta a sanidad. Es todo un desafío obtener una cosecha 100% sana. Para comprender la importancia de mantener la vid sana, vale mencionar que enfermedades como el Oídio en una intensidad de solo el 3% en racimos, conduce a que los vinos sean ácidos.
Para presentar su nueva tecnología fungicida, Syngenta organizó un lanzamiento virtual al cual asistieron un gran número de productores y asesores de la región, y donde se abordó el problema del Oídio de la vid (Uncinula necator) que afecta a todas las variedades de vid pero sobre todo a las más susceptibles, entre las que se encuentran: Chardonnay, Verdelho, Pinot noir y Cabernet.
“El Oídio es una enfermedad que se presenta todos los años, se muestra con diferente agresividad según los diferentes oasis de Mendoza y la zona con mayor predisposición es el Valle de Uco. Posee bastante independencia de las condiciones climáticas y si bien la humedad relativa ideal para la enfermedad es del 80%, también puede actuar con humedades relativas de 30% a 90%. Si bien se lo conoce como un hongo del desierto, lo cierto es que necesita humedad para colonizar, sólo que aguanta las humedades bajas”, sostuvo la especialista Carolina Puglia, Docente e investigadora de la Cátedra de fitopatología de la Facultad de Ciencias Agrarias, UnCuyo. Además agregó: “las labores culturales no son efectivas para minimizar los daños pero algunas permiten una mejor llegada de los agroquímicos dentro de la planta. El Oídio agrede todos los tejidos verdes. En racimos el ataque tardío es puerta de entrada a patógenos secundarios que generan podredumbre.
Pautas para el control
La máxima etapa de susceptibilidad de la planta al Oídio está entre los brotes de 10 a 30 cm hasta que la baya tenga el tamaño de un grano de arveja. A partir de la fenología baya “grano de arveja” cualquier falla de control permite heridas que son puerta de entrada a patógenos secundarios.
Al respecto Puglia, sostuvo: “Hay que tener en cuenta que se deben utilizar volúmenes de mojado acordes al desarrollo de la canopia, considerar la utilización de tensioactivos en especial cuando se aplica con altas temperaturas y baja humedad relativa, monitorear las condiciones ambientales durante la aplicación evitando las pulverizaciones con vientos mayores a 5 km/h y sobre todo rotar activos, el nuevo fungicida Miravis Top es una nueva herramienta disponible, no sólo para controlar la enfermedad sino para evitar la aparición de resistencias”.
Miravis Top es un fungicida sistémico para el control de enfermedades foliares que combina la acción de ADEPIDYN TM , del grupo químico de las carboxamidas, con difenoconazole, del grupo químico de los triazoles, tiene alta eficacia de control y un período de carencia de sólo 7 días. “Para el cultivo de vid, Miravis Top debe aplicarse en el volumen necesario para lograr una buena cobertura sobre sobre los racimos y/o hojas. Entre las cualidades del producto se destaca que queda sobre la cutícula de la hoja y luego se distribuye en el tejido, a las ceras y a la superficie. Tiene baja movilidad, lo que le aporta residualidad” afirmó Julio Muriel, gerente técnico fungicidas LAS.
Finalmente, hubo un espacio de preguntas y respuestas para responder las inquietudes de técnicos, productores y distribuidores.