Con la participación de importantes funcionarios nacionales y provinciales y destacadas personalidades del sector, la Mesa Agropecuaria se convirtió en un ámbito de relevancia para exponer los desafíos que enfrenta la producción en general y el trigo en particular. ¿El gran ausente? El productor “de a pie”
Se llevó a cabo en el coqueto salón de la Sociedad Italiana una nueva y distinta edición de la Mesa Redonda Agropecuaria en el marco de la 55ª Fiesta Provincial del Trigo. El evento estuvo encabezado por Javier Rodríguez, el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense; y por Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, quienes junto a otros funcionarios nacionales y provinciales de relevancia y personalidades del agro lograron que el primer encuentro triguero de la gestión del intendente Pablo Garate tuviera un destacado peso sectorial.
La agenda de la jornada giró en torno a los desafíos que enfrenta el trigo en el corto y mediano plazo para ser un producto rentable y mantener los mercados que supo ganar, pero también de la mano de los disertantes transitó por otras demandas que exceden al cereal y tienen que ver con la producción en general.
La unificación de los tipos de cambio, las retenciones, la necesidad de generar nueva infraestructura vial y portuaria, la irrupción del trigo HB4 y el análisis de lo que pasa hoy con el trigo en el mundo -de la mano de una magistral presentación del licenciado Leonardo Pierbattisti- fueron los ejes de las casi cuatro horas que se extendió el encuentro. Ese puede ser uno de los puntos a modificar de la Mesa Redonda: la extensión, debiera ser más corta para que todas las presentaciones sean escuchadas con la misma atención.
Actores de peso
Los disertantes que acompañaron al intendente, además del ministro de Asuntos Agrarios y de presidente de la SRA fueron: la ingeniera Natalia Carrasco, directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow; Roberto Cittadini, vicepresidente de Carbap; Martín Biscaisaque, presidente de ArgenTrigo; Jorge Gambale, Director de Suelos, Buenas Prácticas Agropecuarias y Tecnología de la Secretaría de Bioeconomía de la Nación; Egidio Mailland, ex presidente de Coninagro y de ACA; el licenciado Daniel Asseff, asesor de la Federación de Acopiadores; el señor Santiago Mandolesi Burgos, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca; y el consultor internacional Leandro Pierbattisti (su presentación será abordada en el diario del domingo). Mientras que el contador Guillermo Rossotti, Secretario de Desarrollo Económico del municipio ofició de moderador.
La Mesa comenzó con el agradecimiento a todos los presentes por parte de Pablo Garate y la presentación del saludo grabado de Juan Cruz Molina, presidente del INTA. En tanto, Natalia Carrasco fue la primera oradora, quien se refirió al valioso aporte que hace la Chacra de Barrow para la evolución del trigo y el apoyo que significa para los productores y las instituciones de la región.
“Nuestro objetivo es poner al servicio de nuestro municipio y de las entidades del sector un trabajo articulado, estaremos aportando un tema territorial de nuestra región que va a impactar en la cadena y ver cómo impacta el mercado. Celebro esta mesa, este espacio, para poder trabajar articuladamente”, dijo la ingeniera.
Atención Congreso
Luego fue el turno de Roberto Cittadini, quien puso sobre el tapete varios de los reclamos gremiales – sectoriales que viene impulsando Carbap. “Tenemos que dejar de tener un Congreso que le dé la espalda a la producción”, pidió. Y puso como ejemplo el problema que se genera con la aplicación de fitosanitarios. “Hay 84 ordenanzas distintas en la provincia de Buenos Aires, y eso es una gran complicación para los productores que trabajan en distintos distritos. Es fundamental que tengamos una ley provincial”.
Además, pidió por la posibilidad de contar con “seguros para que el productor pueda resguardar su capital”. Para completar su exposición dándole protagonismo a las problemáticas de la retenciones y el tipo de cambio. “El productor perdió 150 pesos por tonelada a manos del exportador por la brecha cambiaria”, se lamentó.
El presidente de ArgenTrigo, en tanto, puso el foco en “tecnologías de proceso”. Aseguró que la innovación tecnológica “es interactiva e impacta en un montón de otras variables, desde el ambiente hasta lo social”.
Pero además, Biscaisaque, indicó que es necesaria “la diferenciación de nuestra producción. ¿Tenemos caracterizada la demanda? Y si una vez la caracterizamos, ¿qué vamos a priorizar? ¿trigo sarraceno?, ¿trigo pan o trigo candeal? ¿Quién va a liberar eso? Son temas a debatir, y como representante de la producción no tuvimos ninguna reunión de la cadena”, advirtió.
Daniel Asseff se ocupó de visibilizar el problema que hoy representa la desfavorable relación insumo/producto a la hora de planificar la compra de agroquímicos y combustible de cara a la próxima campaña. Como también repitió la posición que tiene la Federación de Acopiadores -y la mayoría de los integrantes de la cadena comercial- respecto al trigo HB4.
“No estamos en contra del avance tecnológico, todo lo contrario, nuestro planteo tiene que ver con que los países compradores no quieren un trigo genéticamente modificado”, dijo.
En el comienzo de su disertación, Nicolás Pino aclaró que era productor de carne “pero que la coyuntura y diversos problemas que nos vienen afectando son comunes”. En este sentido, criticó: “Los productores trigueros en la última cosecha entre el diferencial cambiario y los derechos de exportación dejaron de percibir 2500 millones de dólares”.
Pero también aclaró: “Cuando el negocio es bueno y el productor va para adelante invierte la ganancia en su lugar de trabajo, en su pueblo o en mejorar su calidad productiva; esto también es para analizar en la cadena, de la que todos somos parte en diferentes eslabones que trabajamos con el objetivo de ganar plata”.
Y advirtió, en una queja directa al último gobierno, que “lo que está mal es que si en base a intervenciones un eslabón se beneficia en detrimento de otro”.
Tranqueras abiertas
Jorge Gambale, por su parte, manifestó que la Secretaría de Bioeconomía es una dependencia “de puertas abiertas”. “Provengo de la actividad privada, y hoy como director de la Secretaría quiero hacer una invitación para que todos los eslabones logren un consenso y así armar una propuesta. Y voy a estar trabajando para que se lleve adelante. Sabemos que este puede ser un gran ejemplo de poner en valor la cadena de trigo”.
Desde el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca, su presidente, expresó su predisposición 100% para “acompañar a la cadena de trigo para que el puerto, a partir del incremento de las exportaciones, sea una herramienta más para el crecimiento futuro de la Argentina”.
Y agregó: “Se nos planteó a quienes tenemos la tarea de dirigir los puertos de la provincia que tengamos una complementariedad absoluta, como nos puede pasar por la cercanía con Quequén, para disminuir los costos. Por lo que trabajamos para dar mejores oportunidades al productor, para que sus hectáreas le generen mayor rinde”.
Hay banco
El último orador del mediodía -que a esa altura ya era tarde- fue el ministro (en el suplemento especial de la edición del domingo se publicará su entrevista). Y comenzó con un anunció de impacto local: “Desde el Banco Provincia se está generando una nueva región que tendrá su cabecera en Tres Arroyos, lo que permitirá facilitar la operatoria para esta zona”.
Tras el repaso de lo que han sido las últimas campañas y del impacto que tiene la producción triguera en la provincia, el ministro remarcó la necesidad del “trabajo articulado. Sabemos que estamos en una situación económicamente compleja, pero tomamos el compromiso de acompañar la producción y el trabajo, pero en particular la producción de trigo”.
Y manifestó su preocupación por la decisión del gobierno de Javier Milei de cortar la obra pública. “Hay un desafío en mejorar la infraestructura y vemos con mucha preocupación que no habrá más obra pública. Porque es importante en las rutas, en los puertos, porque si no hay inversión se empiezan a deteriorar lo que insume mayor costo logístico y pérdida de competitividad”, planteó.
“Necesitamos trabajar con el sector privado y entender cuáles son las necesidades para, desde lo público, mejorar la logística”, sostuvo.
Las palabras finales estuvieron a cargo de Garate, quien volvió a agradecer a todos los que le dieron vida a la Mesa Redonda Agropecuaria. Una mesa que estuvo a la altura del trigo, pero a la que le faltó una pata clave entre el público: el productor de a pie.
FUENTE LA VOZ DEL PUEBLO